2641 - Patria gradual
No donde estoy; adonde me dirijo
es la patria adoptiva que me llama.
Sobre mí, cegadora, se derrama
catarata de luz, y es lo que elijo.
Ni opción requiero ni razón exijo;
venga lo que viniere, nieve o llama,
en espontaneidad, bajo programa,
teñido de dolor o regocijo.
Acepto el porvenir, el inmediato,
con sus dosis de calma y de arrebato,
de rosas blancas y ásperos abrojos.
Cuanto surge a la vuelta de la esquina
es la patria gradual que se avecina,
dorado galeón frente a los ojos.
Cantabria, 18 de mayo de 2011