2659 - Cuestión de libertad
Son las noches más largas que los días
cuando se tuvo amor y se ha perdido,
como la voz callada del olvido
ensordece remotas alegrías.
Y sin embargo, hay luz, y melodías,
y el impulso voraz de la libido,
que provocan espíritu y sentido
a la obtención de nuevas compañías.
No hay sólo una vereda, o una rosa,
o una estrella en la noche luminosa,
como no hay sólo un tren, o una ciudad.
Mas la vida, que es una, es toda nuestra.
Somos, si la desgracia nos secuestra,
dueños de nuestra propia libertad.
Los Angeles, 10 de junio de 2011