2658 - Galeón de oro
Voy por mi mar de ensueño, pero exploro
tierras desconocidas. Mi estandarte
no ondea sobre alcázar ni baluarte
que se me haya rendido. Por decoro.
Ven sin tardar. Mi galeón de oro,
a punto de partir, sabrá esperarte.
Quien viaja conmigo, me comparte,
pero ni insisto, ni tampoco imploro.
El viento es favorable, y va curvando
las blancas velas. A mi voz de mando
zarparemos. A bordo, pues, mujer.
Mi nave, en inquietud, se balancea.
Soltamos las amarras. Alborea
dentro de mí. Me siento estremecer.
Los Angeles, 10 de junio de 2011