2844 - Hierro (III)
En torno al cuello, subyugado, llevo
la argolla que a tu vida me eslabona.
En tal gozo, ni a ruego ni a intentona
de libertad o rebelión me atrevo.
Es blando el hierro, si por él me elevo
hacia la desnudez de la persona
que seduce, desborda y convulsiona,
reconstruyéndome como hombre nuevo.
Y hombre nuevo me siento, cimbreante
sobre mi tronco de álamo gigante
cuyos cien brazos hacia ti se tienden.
Hombre nuevo, con viejas osadías,
ávido de colmar las fantasías
que mi calor y tu humedad encienden.
Los Angeles, 15 de diciembre de 2011