2853 - Sirena (IV)
Abre los ojos ya, que el sol declina,
se ha sosegado el mar, y en ti, sirena,
la vida en plenitud se desmelena
con la noche a la vuelta de la esquina.
Un nuevo ojo en el cielo se ilumina,
guiño hacia ti en dulzura de colmena
que no logra enturbiar la luna llena
ni en su entorno espectral ni en tu retina.
Desde lo alto contempla el navegante
tu nueva forma, humana, palpitante,
y es aserción de amor su parpadeo.
Duda, al verte intangible seductora,
si enaltecer o maldecir la hora
en que te conoció sin galanteo.
Los Angeles, 21 de diciembre de 2011