2878 - Avatares (V)
Te despiertas al golpe repentino
que parirá implacables desventuras,
y te desgarrarás las vestiduras,
maldiciendo lo humano y lo divino.
Y no ves que tu propio desatino
es fuente de tu mal. Tus quemaduras
son obra de las llamas prematuras
que encendiste a lo largo del camino.
No viste más allá de lo inmediato,
y el perenne, pletórico arrebato
que te auguraste, no fructificó.
Y ahora rasgas los libros fraudulentos
que te enseñaron a soñar, sarmientos
de la vid que plantaste y te cubrió.
Los Angeles, 23 de enero de 2012