2898 - Balcones (I)
Vivía en el tercero. Mi vecina.
Extraños en pasillo y escalera,
ambos balcones eran madriguera
de objetivo que casi se adivina.
Emergía entreabriendo la cortina
como quien sabe de alguien a la espera,
y se tendía al sol de primavera,
con los ojos cerrados. Su rutina.
Yo, en mi balcón, absorto en la lectura,
o pretendiendo estarlo, era escultura
que nada o nadie logra perturbar.
Tras la serenidad de ambos semblantes,
bullían intenciones apremiantes
que apenas se dejaban refrenar.
Los Angeles, 13 de febrero de 2012