2907 - Lluvia (II)
Llevas truenos al hombro todavía,
y son húmedas nubes tu ropaje;
mas sigues junto a mí. Ya no hay paisaje
de orfandad por la calle. Hay cercanía.
Tu autobús, en retraso, presentía
mi paso junto a ti, y en su lenguaje
de viejo comprensivo, ‘Es tu viaje’,
me telegrafió con picardía.
De las mil circunstancias del destino,
ésta me tocó en suerte, y ya no atino
a andar bajo el paraguas en tu ausencia.
No te vayas, mujer. Siga lloviendo,
mientras tu dimensión me va envolviendo,
que tu brazo es aval de pertenencia.
Los Angeles, 16 de febrero de 2012