2923 - No me doblego
Me juzgo a veces derrotado, ciego,
y no acierto a decir si mi objetivo
desborda mi aptitud, siendo excesivo,
o si en torno de mí circunnavego.
Mas no ceso en mi afán, ni me doblego;
para llegar a mí y sentirme vivo,
preciso de un espíritu agresivo,
mente elevada y corazón en fuego.
Quien no intenta ascender, no se desploma;
quien no se pone en pie, no llega a Roma;
hay que irrumpir, de golpe o paso a paso.
La derrota me incita y fortalece;
venceré alguna vez; no prevalece
quien se acurruca al borde del fracaso.
Los Angeles, 8 de marzo de 2012