2953 - Ya no cuento los días
Ya no cuento los días, ni las horas,
ni me detengo a ver el calendario.
Pase el río del tiempo, y su inventario
de esperanzas y lances y demoras.
Desterrados los sueños, las auroras
no son risas de luz, son mobiliario
relegado al desván. Fueron sagrario,
profanado por mentes incoloras.
Y este mundo de insomnios no me agita.
El muerto, muerto está, no resucita,
y el vivo sobrevive a duras penas.
Pase el río del tiempo. No lo miro
deslizarse a mi vera. Me retiro
a mis propias, inútiles faenas.
Los Angeles, 6 de abril de 2012