3000 - Tarde de abril
La lluvia al fin dormida, y la sonrisa
del sol en amplitud sobre la plaza.
A través de la mesa en la terraza,
me hablan tus ojos, y a su vez la brisa
se enreda en tus cabellos, e improvisa
ternuras onduladas, y te abraza
como lo haría yo. Sobre la taza
el alma del café se alza indecisa.
Mi alma también se yergue y titubea
sin atreverse a sugerir la idea
de adosar a tus cúpulas mi piel.
Esta tarde de abril es una fiesta
de luz y de color, mas sin respuesta
a mi callada insinuación de miel.
Cantabria, 24 de mayo de 2012