3039 - No vengas a mi casa (III)
Ah, la paz de las cámaras neutrales,
y sus íntimas, férvidas contiendas,
de cabalgadas lúbricas, sin riendas,
de místicos, eróticos rituales.
Sólo el canto rural de los zorzales
se asoma a la ventana, y hay leyendas
flotando en el ambiente, como ofrendas
a los dioses de sueños conyugales.
Leyendas en las que ambos dependimos
para dormir las noches que perdimos
en alcobas de absurda soledad.
Leyendas que para ambos resucitan
semejantes deseos, que hoy se agitan,
pero en mutua y voraz complicidad.
Los Angeles, 25 de junio de 2012