320 - Renacer
Sal de la catacumba del olvido
donde el fúnebre espectro del pasado
yace de fría sombra amortajado;
vive otra vez, aun cuando malherido.
En cada espíritu desfallecido
hay siempre otra faceta, un otro lado,
más luminoso, menos desdichado,
presto a iniciar un nuevo recorrido.
¿Y a dónde irás?, preguntas. Y ¿qué importa?
¿No ves, acaso, que la vida es corta?
Piensa en fluir más que en desembocar.
Tiende la mano, y la palabra, y besa
a la plebeya como a la princesa,
pero sin elevarlas a un altar.
Los Angeles, 2 de febrero de 2000