3205 - Suspicacia
No veo azules, verdes o rosados
ofrecerse al pincel en tu paleta;
sólo colores lóbregos, receta
para cuadros de sombras y candados.
En la voz con que te hablo van tatuados
diáfanos mis conceptos, sin careta,
sean llanto infantil o bayoneta,
directos van, jamás disimulados.
Tú, que no aciertas a venir de frente,
te forjas un absurdo componente
en justificación de tus temores.
Tu actitud, más amarga que genuina,
te manifiesta un monstruo en cada esquina
que provoca el traspiés de tus errores.
Los Angeles, 23 de marzo de 2013