327 - Llanto
Almas de acero no saben llorar:
Alzan, hunden, embisten o critican;
lágrimas que no asfixian, purifican;
no las reprimas, déjalas rodar.
Son las sonrisas notas del cantar
de la vida, campanas que repican;
pero el llanto es silencio, en él se explican
soledades, tristezas, y pesar.
Tiene el dolor más hondas las raíces
que el júbilo, y así los infelices
sienten con más severa intensidad.
Si sentir es vivir, quien se enamora,
que tanto más, cuanto más ama, llora,
será quien tenga vida de verdad.
Los Angeles, 1 de marzo de 2000