3337 - Magia
Me afluyen en tropel por cada dedo
no sé si picardías o poderes,
despertando recónditos placeres
que adormeciera vergonzante miedo.
Y sorprendido, o hechizado, quedo
de esta aptitud de generar placeres
sobre la piel de pálidas mujeres
en cuya urdimbre lúbrica me enredo.
Mis diez varitas mágicas escriben
mensajes en el aire, y se aperciben
de la fascinación de sus lectoras.
Ni mérito poseo ni destreza,
la magia obra el milagro en la cabeza
de quien persigue luces seductoras.
Los Angeles, 17 de julio de 2013