3357 - Jadear
Bajo tu impulso al vértice he llegado
del jadeo, y en él permaneciera
indefectiblemente, compañera,
si me hubiera el vigor acompañado.
Tan escaso control se nos ha dado
que enfilamos la cumbre en la ladera,
ascendemos, clavamos la bandera,
y el descenso es trajín precipitado.
Nuestra elección, la sola alternativa
es la nueva escalada, o tentativa,
aun resultando en similar secuela.
La gloria y calidad del montañero
no es descender, sino escalar primero,
que en su táctica y fuerza se revela.
Los Angeles, 5 de agosto de 2013