3387 - Hospedaje
Si, fatigado en mi peregrinaje,
arribara a tu hogar una mañana,
llamando levemente a la ventana,
¿me proporcionarías hospedaje?
Polvo en los pies, maltrecho mi ropaje,
tras la precaria imagen provinciana,
¿podrías ver la auténtica, la humana,
que habita mi más íntimo paisaje?
Es la que pide albergue, la que mira
más allá de tu piel, aunque suspira
también por su carnal alojamiento.
Abre la puerta, acondiciona el baño,
comparte agua y jabón con este extraño
que llega a ti en febril ofrecimiento.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013