3397 - Hechizo
Subyugado quedé, sin más opciones
que ampararme en las alas del gemido;
las fauces de tu hechizo me han mordido,
me sangra el alma, y vivo en mis rincones.
Te vi pasar, y en turba de emociones
se agitó mi interior; no estoy dormido,
pero sueño contigo, y un rugido
de bestia en celo sobre el sexo pones.
Inasequible tú, mi alternativa
será la magia negra que, agresiva,
te devuelva un ensalmo similar.
Tal vez se haga tu lazo rescindible,
que todo ser humano es corruptible,
y me puedas por fin cicatrizar.
Los Angeles, 20 de agosto de 2013