3478 - Defraudar
Elegido en virtud de su promesa,
más que de idoneidad o de talento,
lleva en el alma el sello fraudulento
de Judas Iscariote, y como él besa.
Gobierna por la bolsa, no sopesa
validez o eficacia de argumento;
las palabras de ayer, plumas al viento,
los actos de hoy, cuanto en el banco ingresa.
Se enaltece ante el pobre; se rebaja
frente a quien le promete una migaja
de dominio político o social.
Si no su propio cuerpo, prostituye
razón y voluntad, y contribuye
sólo a su propio avance personal.
Los Angeles, 9 de octubre de 2013