35 - Lamento por la víctima
Llueve el dolor del corazón amante
Sobre el inmóvil cuerpo ensangrentado
De quien no combatió como soldado,
Ni tuvo voluntad beligerante.
Se abalanzó la muerte fulminante
Y no se percibió su paso airado;
Y el inocente fue sacrificado
En aras de una idea intolerante.
Llora la esposa al malogrado esposo,
Olvidando en la cámara nupcial
La flor de su pasión, ahora marchita.
Gime el niño sin padre, temeroso;
Vierte la madre un llanto sepulcral…
Y el hombre sigue en su obsesión maldita.
Los Angeles, 18 de septiembre de 1997