3506 - Desmontar
Las cabalgué por blancas explanadas,
donde a veces se anudan los amantes;
y también en praderas verdeantes,
bajo la luna, en noches estrelladas.
Jinete fui asimismo en escapadas
de seducción, furtivas y apremiantes,
cuando las horas vuelan como instantes,
y ya casi se escuchan sus pisadas.
Eran blancos, elásticos corceles,
ajustándose a todos los niveles,
docente o aprendiz, del cabalgar.
Y siempre, al fin, ya súplica o quejido,
el insistente ruego compungido
de posponer un tiempo el desmontar.
Los Angeles, 19 de octubre de 2013