3605 - Beso
Los besos que no di, cuando debiera,
por ignorancia, timidez, recelo,
me siguen persiguiendo en un revuelo
de posibles que el tiempo no aligera.
Los años han huído en su carrera
de inevitable, irreversible vuelo;
y, tal vez inocente, me rebelo
a la idea de pérdida o ceguera.
Veo a cada mujer en su momento
frente a mí, y en su nuevo asentamiento
de edad, familia, y sueños derruídos.
Y me pregunto si quizá ha pensado,
regresando los ojos al pasado,
en tantos besos míos no nacidos.
Los Angeles, 5 de diciembre de 2013