3618 - Brindis
Por ti brindo, mujer, porque naciste;
alzo por ti mi copa y bebo el vino,
líquido misterioso, sibilino,
que rehabilita el corazón más triste.
Tal era el mío cuando tu viniste,
y tu carisma enderezó el camino
por el que iba sin brío ni destino,
y ahora sigo la luz que tú encendiste.
La que me lleva a ti, por ir contigo;
restablece mi fe si me fatigo,
e incita, y satisface, mi pasión
Reavivaste la llama en mi ceniza,
por donde voy, tu sombra se desliza,
y nace de tus labios mi canción.
Los Angeles, 10 de diciembre de 2013