3632 - Aborto
El niño que no fue tal vez persiga
tus prolongadas noches en desvelo;
te llamará su voz de terciopelo,
reclamando en susurro una cantiga.
No viene de la cuna, no te obliga
a abandonar el lecho. Por el suelo
no hay juguetes dispersos, y en el cielo
un ángel más sonríe y no te hostiga.
Desde allí te vislumbra, te comprende,
amándote a su modo. No reprende
ni tu debilidad ni tus acciones.
Sólo desearía que en tu sueño
suavizaras la arruga de ese ceño
que parece amargar tus emociones.
Los Angeles, 17 de diciembre de 2013