3647 - Acunar
Duerme, mi niño; soy el oleaje
de un invisible mar que te murmura
susurros espumosos, y procura
trasladarte a otro azul, a otro paisaje
de canciones sutiles, de lenguaje
que hablarás con gentil desenvoltura
sin previa iniciación, donde perdura
un mundo de ilusión tras el ramaje.
Llegarás en el plácido aleteo
de este sedoso, lento balanceo
en que mi abrazo de cristal te mece.
Jugarás entre nubes, persiguiendo
las águilas caudales, no entendiendo
por qué ese mundo al fin se desvanece.
Los Angeles, 21 de diciembre de 2013