3670 - Albornoz
Del baño al albornoz, mágico instante
en que ocultas tus íntimos primores,
mas sin alzar baluartes defensores
de lo que aspiras a entregar galante.
Flácido el cinturón, equidistante
de muslo y seno, tímidos sectores
por igual, si elusivos, seductores
en su fase inicial, insinuante.
Yo, en el salón. Vienes a mí sin prisa,
como mecida en ráfaga de brisa,
mirándome a los ojos, sonriente.
Giras sobre ti misma; en esa vuelta
cae a tus pies el albornoz; resuelta
te precipitas sobre mí, yacente.
Los Angeles, 5 de enero de 2014