3669 - Albergue
Ya ha cubierto el invierno la montaña
con su blanco mantón; sobre el tejado,
hilo de humo sutil, blanquiazulado,
traba nudos y los desenmaraña.
El fuego en el hogar nos acompaña
con su chisporroteo entrecortado.
Tal vez de su manada extraviado,
un lobo merodea la cabaña.
Los abetos, inmóviles, serenos,
montan su guardia secular; hay truenos
en la distancia, apenas perceptibles.
Y tú y yo, al interior, sin calendario,
ni reloj, compromiso o vecindario,
total y mutuamente disponibles.
Los Angeles, 4 de enero de 2014