3680 - Altisonante
“Vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos”.
(Quevedo)
A tambor y trompeta haces la entrada,
y en carro alado, de tener, lo harías.
Me manifiestan tus altanerías
cuanto hay oculto bajo tu fachada.
Ruido no engendra ideas; tu cascada
de palabras pomposas y vacías
no es sino ornato de cenizas frías,
intrascendentes, cuya esencia es nada.
Prosigue teatral tu recorrido,
pero arma el gallinero en otro ejido,
que no arraiga tu voz en mi parcela.
Yo prefiero vivir entre los muertos,
que me hablan en voz muda, no en desiertos
por donde el aire extraviado vuela.
Los Angeles, 7 de enero de 2014