37a - Indecisa
Me hallé sola en la vida de repente,
viendo al amor cerrándome la puerta,
sangrando el alma por la herida abierta,
la soledad besándome en la frente.
Fui amada, y aún lo soy, quizá fielmente,
pero está su pasión dormida o muerta;
la mía está febrilmente despierta;
su instinto frío, pero el mío ardiente.
Tengo un ansia feroz de ser amada,
de entregarme y soñar entre los brazos
de un amante, con ciega intensidad.
Pero esta abrasadora llamarada
no alcanza a incinerar los fuertes lazos
que me amarran a la inmovilidad.
Los Angeles, 29 de septiembre de 1997