387 - Estación
Junto al andén desierto el tren dormita,
niebla invernal al fondo, gris y fría;
un mundo soñoliento en lejanía,
y una mirada en soledad marchita.
Mientras calla el temor, el dolor grita,
y la palabra, en suspensión sombría,
se transforma en sutil melancolía
que hasta en los ojos húmedos palpita.
Una mujer y un hombre se han besado;
suena el reloj las diez; se han separado;
él parte, y ella es esperanza y duda.
El tren lleva hoy ruptura, alejamiento,
mañana tal vez traiga un nuevo intento,
y halle una firme voluntad desnuda.
Madrid, 14 de octubre de 2000