392 - Moribunda
(A Angelita)
Es tan sólo una voz en la distancia,
sin mirada, sin piel y sin colores,
voz que apenas disfraza los dolores,
voz que se quiebra en triste disonancia.
Me has hablado y te hablé. Tu circunstancia
de angustia se revela en los temblores
que ajan la lozanía de tus flores,
sueños de juventud, juegos de infancia.
Qué azar desventurado, qué injusticia,
la oscuridad avanza su caricia,
y la luz enmascara sus reflejos.
Y no puedes saber en esta hora
si el resplandor final, la última aurora
te miran desde cerca o desde lejos.
Los Angeles, 8 de noviembre de 2000