405 - Dormiré
Los meses rodarán; cada estación
caerá empujada fuera del camino
por su perseguidora; peregrino
desfallecido, arrojaré el bordón.
Seco el deseo, ambigua la razón,
paso inseguro, incierto del destino,
desplomaré mi peso al pie de un pino,
quizá invocando mi última oración.
Mas no agonizaré, ni he de extinguirme;
dejaré de vivir, mas sin morirme;
y en apacible calma dormiré.
Si una noche, tal vez, de luna llena,
percibiera tu lágrima en la arena,
para enjugártela despertaré.
Los Angeles, 25 de diciembre de 2000