444 - Amor de ayer
Descríbeme, descúbreme, reinventa
ese mi amor lejano que en ti veo;
aún acucia la espuela del deseo
a esta carne voraz que ávida intenta.
Por cada poro la pasión revienta,
y en lucha inútil me alzo y forcejeo;
fuego de ayer, hoy ya chisporroteo,
hambre de ayer, que con la edad aumenta.
Más que el amor quizá olvidé sus ritos:
Cómo ir de los susurros a los gritos,
de las caricias a la convulsión;
cómo, en medio de tanto escepticismo,
puedo mirar atrás, y hacer lo mismo
que hice antes, con idéntica ilusión.
Madrid, 21 de abril de 2001