489 - Tus espigas de oro
Querer, y no querer por no poderlo,
sentir, y renegar de lo sentido,
buscar, y al encontrar, verse perdido,
tener lo que se halló, sin poseerlo.
Mirar, siempre mirar sin lograr verlo,
liberar el deseo reprimido
dentro del sueño, sin estar dormido,
llegar a enamorarse sin saberlo.
Prisión de brazos y de besos sueñas,
y noche a noche gimes y te empeñas
en hacer realidad lo que no es.
Mis palabras en ti, que fueron trigo,
hoy son espigas de oro, y no consigo
cosechar la abundancia de tu mies.
Los Angeles, 13 de julio de 2001