504 - Carta de navegar
En el baúl del capitán, dormido,
a tinta diseñado sobre cuero,
el viejo mapa es fértil hervidero
de monstruos en sector desconocido.
El tiempo ha disipado el colorido,
e incapaz de fijar el derrotero,
no se despliega ya sobre el tablero,
y en polvo y sombra yacerá vencido.
Extiende en él la rosa de los vientos
múltiples brazos; mares turbulentos
cierran el paso a tierras de quimera.
Mujer, ¿cómo podrá tal planisferio
guiar mi singladura hacia tu imperio?
Revélate tú misma a mi galera.
Los Angeles, 31 de julio de 2001