535 - Reencuentro III
Un día serás tú la que no fuiste,
siendo tal vez la que anhelaste ser;
no sé si entonces yo lograré ver
la imagen que en mis sueños aún persiste.
La cuadriga del tiempo no resiste
al auriga, clavado en el ayer;
todos avanzaremos, sin saber
de qué color el porvenir se viste.
Fuimos efímeros amaneceres,
mediodías después, y atardeceres
ahora cara a la noche inexplorada.
Si en este desenlace nos unimos,
dos extraños seremos, que tuvimos
algo en común y no tenemos nada.
Los Angeles, 7 de noviembre de 2001