555 - Las yemas de tus dedos
Me lloraste en ausencia, y no advertiste
que aún sin estar, dentro de ti he vivido;
¿no has llegado a escuchar el estallido
de este deseo que hacia ti persiste?
Innumerables veces te desviste,
sin que tu mente lo haya percibido;
soy yo el temblor de ese placer prohibido
que surge intenso y finaliza triste.
Me llevas en las yemas de tus dedos,
tímidos dibujantes, o torpedos
irrumpiendo en tu proa en explosiones.
Habré partido, pero estoy contigo,
soy de tus actos único testigo,
causa y efecto de tus sensaciones.
Los Angeles, 20 de diciembre de 2001