599 - Vivir y morir
No nos morimos de una sola vez,
ni tampoco nacimos de repente;
somos ríos que arrancan de la fuente
sin saber disipar su fluidez.
Lucimos la rosada palidez
de quien nace a diario; y en la frente
surcos hay desprovistos de simiente;
vamos de desnudez a desnudez.
Cada día nacemos a la vida,
y cada día es una despedida,
tanto cuanto ganamos lo perdemos.
Al hoy, fugaz momento, encadenados
en cuna y ataúd, somos forzados
batiendo simultáneos ambos remos.
Los Angeles, 20 de marzo de 2002