609 - Mi voz, que por ti suena
Provienes de la luz, aunque sombría
descargue en ti la noche su techumbre;
vienes de la montaña, y a su cumbre
me ha de llevar tu ardiente fantasía.
Has salido del mar, mansa y bravía,
en libertad y eterna servidumbre;
te derivas del fuego, cuya lumbre
amenaza inflamar mi compañía.
Quiero hacer un vergel de tu infortunio,
y de tu oscuridad un plenilunio,
quebrantar los grilletes de tu pena.
Y en mar y sol, montaña y fuego ardiente,
ímpetu, luz, ensueño y pasión, siente
el temblor de mi voz, que por ti suena.
Los Angeles, 28 de marzo de 2002