622 - Sin superlativo
Con prístino lenguaje primitivo,
de la idea atavío transparente,
háblame en sobriedad, como se siente,
pondera y juzga sin superlativo.
Ya laudatorio, ya peyorativo,
frena tu léxico grandilocuente;
quien desorbita, decepciona y miente;
critica, elogia, pero sé objetivo.
Ni es ella emperatriz del universo,
ni tú el mejor galán, y no es tu verso
lo más artístico que se haya escrito.
Baja el volumen, equilibra el labio,
que la mesura es la heredad del sabio,
y deja a tu deidad el infinito.
Los Angeles, 26 de abril de 2002