65 - Tú eres el mar
Vendrás a mí como una marejada
de verdiazul e intenso ofrecimiento,
y mi cuerpo te hará el recibimiento
dejándose inundar en tu avanzada.
Mis brazos han de ser la balaustrada
circundando tu flujo turbulento,
y habrá en tu pleamar, flotando al viento,
estallidos de espuma alborozada.
He de flotar sobre tu aguas claras,
descenderé sin miedo al fondo oscuro,
sumergiéndome en tí y en tí quedando.
Habrás de entrar en mí, y si lograras
permanecer en mi interior seguro,
eternamente te estaré abrazando.
Los Angeles, 12 de diciembre de 1997