677 - Mirada
Tal vez mis ojos puedan serte infieles,
tantas estrellas brillan, tantas rosas
florecen cada día tan hermosas,
tan seductores se abren los claveles…
¿Cómo apartar la vista? ¿A qué niveles
de fragantes bellezas luminosas
bajarán sus telones, pudorosas,
las pupilas, a fin de serte fieles?
La mirada no entrega ni retiene,
sólo va, goza y vuelve, y se mantiene
hipnótica en tu imagen enfocada.
Aunque envuelva, y abrace, y acaricie,
no es más que ráfaga de superficie,
incapaz de apagar la llamarada.
Los Angeles, 18 de septiembre de 2002