695 - Percepción
Recostada en el cuenco de mi mano,
encendido carbón sobre ceniza,
arde y no abrasa, hiere y cauteriza,
y yo pretendo acariciarla en vano.
Imagen leve de un perfil lejano,
como sombra imprecisa, huidiza,
que entre mis dedos duerme, y se desliza
indiferente al ansia en que me afano.
Incorpórea, sutil, voluta de humo,
en cuyo apresamiento me consumo,
diminuta apariencia de mujer.
Y la mujer real, por quien yo clamo,
la que en ausencia vive, la que amo,
¿cuándo podrá a mi lado amanecer?
Los Angeles, 5 de diciembre de 2002