788 - No hay primavera
No hay primavera para tus miradas,
como días de invierno, humedecidas,
como tardes de invierno, oscurecidas,
como noches de invierno, atribuladas.
No hay para tus sonrisas llamaradas,
como hogueras sin leños, extinguidas,
como débiles muecas, encogidas,
como rosas marchitas, desmayadas.
No hay para tu palabra timbre y tono,
sólo un resabio amargo de abandono,
una incómoda dosis de tristeza.
No hay colores ni música en tu ensueño,
sólo antiguos recuerdos, cuyo dueño
ya no es el corazón, es la cabeza.
Los Angeles, 23 de mayo de 2003