797 - Mi albergue (IX)
En el recuerdo vivirás, pues mana
de una vida inmortal de siete días;
íntima calidez de noches frías,
roce tibio del sol cada mañana;
el llanto de la lluvia a la ventana,
contagiándonos sus melancolías,
y un temor de inminentes lejanías,
claro como tañido de campana.
Yo podría partir, con la promesa
y la seguridad de quien regresa,
como vuelve la luz de la alborada.
Pero hoy, mi albergue, nada es ya lo que era;
tú eres el alma de una primavera
en otra primavera asesinada.
Los Angeles, 24 de mayo de 2003