796 - En ruinas (VIII)
Teverga de la huella en los amantes,
del templo místico de la memoria,
hoy mi llanto es por ti, sombra de gloria,
pirámide de ruinas humeantes.
Tus muros aún en pie, y albas radiantes
rompiendo en cantos de color y euforia,
engendrándose intensa, viva historia
con el paso de nuevos visitantes.
Pero dentro de mí estás destruída,
perdido el pulso que te dio la vida,
viejo esplendor, vigente decadencia.
Fuiste símbolo, rumbo, expectativa,
eres sepelio, y en tu comitiva
clama el dolor con trémula elocuencia.
Los Angeles, 24 de mayo de 2003