801 - Fragor de cristal
Quieres decir adios, sin saber cómo,
sin derramar la sal sobre la herida;
sangre habrá siempre en cada despedida,
y un fragor de cristal, y alas de plomo.
Se nos rompe la vida sobre el lomo,
se nos quiebra la espalda so la vida,
y hay efectos de brújula perdida,
de amanecer sin luz, puño sin pomo.
Y ha de haber dos, o al menos un vacío,
desbordándose el llanto en largo río,
sin que sepamos a qué mar desciende.
Y el mundo sigue en su rodar constante,
ajeno a la hemorragia de un amante
que trata de entender, pero no entiende.
Los Angeles, 29 de mayo de 2003