811 - Ayúdame a olvidar
Ciego tropel de potros montaraces
se estrellan cada noche en la vertiente
de mis sueños; recuerdos que en la mente,
a mi pesar, galopan pertinaces.
Las manos del olvido, hoy incapaces
de domeñar su impulso de torrente,
se pliegan en un gesto que consiente
continuidad a huéspedes fugaces.
Más me destrozan cuanto más la evoco,
y si intento ignorarla poco a poco,
vuelve el tropel de potros a invadirme.
Ayúdame a olvidar, que es una daga
clavada en mi costado, y se me apaga
la luz que has encendido al sonreirme.
Los Angeles, 17 de junio de 2003