871 - Roble
No volveré a vivir lo ya vivido;
loque fue, no será, ni es hoy tampoco;
si al fondo de mis sueños aún lo invoco,
al despertar lo encontraré perdido.
Hay un roble en mis campos, abatido
por el hacha del tiempo; poco a poco
se fragmenta en astillas; sólo un loco
pretendería verlo adormecido.
Tal vez en las raíces cobre aliento
nuevo impulso, y germine verde al viento
fecundo tallo en avidez de altura.
Será distinto roble, nunca el mismo;
semejante en perfil y dinamismo,
pero sólo una sombra que perdura.
Los Angeles, 20 de agosto de 2003